Invertir en el arte: ¿Listos?

Young Caucasian woman wearing VR headset looking at art objects while visiting modern exhibition using augmented reality technology

Antes de ir a Zonamaco, o a cualquier evento de la semana de arte, pregúntale a tu chatbot preferido que tan interesante y oportuno es invertir en artistas consolidados o emergentes. Aquí te comparto la respuesta forzosamente entusiasmada y bien general de la IA: “En el mundo de las inversiones, el arte contemporáneo se ha posicionado como una opción cada vez más atractiva para aquellos que buscan diversificar sus carteras y obtener rendimientos interesantes. Sin embargo, es fundamental comprender los aspectos clave de este mercado antes de tomar cualquier decisión”.

Órale. Vámonos pues a Zonamaco. Ahí nos topamos con Rúben, de 55 años, que anda en los pasillos con su hija. “Es un mercado que no se deprecia, al contrario, sube su valor. Obviamente una inversión en arte es a futuro, es muy buena”.

Rúben todavía no ha dado el paso, pero lo tiene muy pensado: “Primero, tendrías que ver qué artista, qué trayectoria y qué posibilidades de crecimiento tiene. A lo mejor puedes adquirir obras de artistas que van cobrando apenas fama, pero tienen una buena trayectoria. Eso te ayuda porque puede aumentar el valor de sus piezas”.

Es también lo que me platica Marian Villafañe en el bullicio de la mayor feria de arte contemporáneo de América latina. Marian tiene 25 años asesorando a coleccionistas con su agencia Artvia. Nos comenta que ha colaborado “con más de 40 instituciones, museos y empresas, así como en la gestión de colecciones privadas en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa”.

Marian, cuéntanos entonces lo que hay que hacer para invertir en el arte sin que los flechazos te lleven a tirar la casa por la ventana o a hipotecar la herencia de tus hijos.

“Lo fundamental es conocer la propuesta del artista. Un artista que no tiene una propuesta, un mensaje, un diálogo, pues no te aporta. Es muy importante ver hacia dónde se dirige el artista, qué mensaje te quiere dar”. Comprar es apostar al futuro: “El tiempo es implacable”.

“Luego hay que investigar a la galería que representa al artista de tu interés, para ver la difusión que le da dentro del mercado nacional e internacional, incluyendo bienales y ferias internacionales”. Hay miles de galerías por supuesto, nos explica. “Aquí en Zonamaco en la primera parte de la feria están las galerías de arte moderno, del mercado secundario, con artistas muy reconocidos o ya muertos, (los más cotizados en el mercado). En la parte central se concentran las galerías que tienen el mercado de artistas también de trayectoria importante, pero de carrera media. Y luego están las galerías que representan a los artistas de carrera joven. Entonces depende de tu presupuesto”.

Marian, ¿Cual fueron tus gran descubrimientos en esta edición de Zonamaco?

“Hay una chilena que se llama Juana Subercaseaux, me encantó porque hace paisajes orgánicos con el viento, el sonido, el agua, de lo sólido a lo líquido. También me gustó mucho el trabajo de un chico que se llama Bernardo Montgomery. Desafía los límites de la fotografía y transforma sus fotos imprimiéndolas sobre metales que él oxida. Y se está patentando su técnica. También Ana Segovia, ella cuestiona mucho la masculinidad y hace evidente lo artificial de las identidades de género. Se inspira en el cine mexicano de la época de oro”.

“Invertir en arte emergente es una gran apuesta. Va más allá de las proyecciones económicas. Al final estás apostando en que siga el ecosistema del arte, y aportas un grano de arena a la cultura del país”, nos comenta la curadora Ana Elena González, quien tiene 20 años apostando al arte contemporáneo desde su plataforma “Original multiple gestión cultural”.

En fin…no podemos terminar sin mencionar los desafíos y riesgos:

* Falta de liquidez: A diferencia de otras inversiones, el arte contemporáneo puede ser difícil de vender rápidamente si necesitas liquidez.

* Subjetividad y volatilidad: El valor del arte contemporáneo puede ser subjetivo y volátil, lo que significa que no hay garantías de que una obra aumente su valor.

* Costos adicionales: Además del precio de la obra, debes considerar los costos de almacenamiento, transporte, seguro y, en algunos casos, la comisión de un experto.

* Falsificaciones y autenticidad: Existe el riesgo de adquirir obras falsificadas o cuya autenticidad no pueda ser verificada, lo que puede generar pérdidas económicas.

Bueno, y para terminar, acuérdate que Vincent Van Gogh solo vendió una obra en su vida, a una tal Anna Boch, coleccionista belga (El viñedo rojo, por 400 francos. Al final del siglo XX, “El retrato del doctor Gachet” del mismo Van Gogh llegó a cotizar 138 millones de dólares en una subasta…Pensamos también en lo que cotizan las obras de nuestra vecina de Coyoacán Frida Kahlo hoy en día. ¡Puedes ser el o la Anna Boch del 2025!

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